Hola gente majosa a la que tengo abandonada. No, no es un capítulo *se oyen abucheos por parte del estimado público* Perooo, como recompensa, os traigo un magnífico foro de RPG basado en famosos.
Si si, como léeis, ya se que seguramente ya hayáis escuchado hablar de este tipo de foros. Pero este tiene un añadido, ¿Realmente la vida de los famosos es tan fácil como parece? Pues bien, aquí podréis comprobarlo metiéndoos en la piel de vuestra celebridad preferida. El único límite es vuestra imaginación, todos los famosos concentrados en LA, ¿que quieres que tu celebridad sea amiga de menganito aunque en la vida real no lo sea? Pues plantéale una trama al user de menganito y haced la vida de estos famosos algo más interesante.
El staff está compuesto por
Harry E. Styles
Bar Refaeli
Os dejo el link del foro (Yo soy Isabelle Fuhrman) y esperamos que os paséis ^-^
viernes, 2 de agosto de 2013
domingo, 14 de julio de 2013
Presentación - Capítulo 6
Hola a todos, bueno me voy a presentar rapidamente. Mi nombre es María, pero me llaman Meer, tengo 14 años y voy a pasar a 3º, me encanta todo lo que sea un libro, trate sobre lo que trate. Espero que os gusten los capítulos durante el tiempo que esté sustituyendo a mi hermana, los subiré cada dos semanas aproximadamente, a veces serán antes y otras me retrasaré un poquito. Besitos para todos ^^
*Capítulo 6
Lo primero que escuché la
mañana después de mi pequeña “pelea” con Gale, fue una voz chillona y cantarina
diciéndome que en un par de horas estaríamos en el Capitolio, sin duda aquel no
fue un buen despertar. Al llegar al comedor incluso nuestra pelirrosa
acompañante se encontraba en silencio, cosa que era realmente extraña. –Buenos días a vosotros también- dije con
un claro sarcasmo mientras me sentaba en la mesa. El recuerdo de los labios de
Gale sobre mi mejilla estaba todavía latente y no pude evitar mirar al moreno
fijamente mientras que este parecía estar muy entretenido con el líquido marrón
que había en su taza, además el jodido había decidido terminar con la poca
salud mental que me quedaba al presentarse en el desayuno sin camiseta -¿Qué estás mirando rubita?- me mordí el
labio inferior posando mi vista en mi plato vacío. Noté como alguien suspiraba
y a continuación Effie decidió salir arrastrando a Haymitch consigo. “Te quiero
Effie” pensé en aquellos momentos.
POV Gale
No había podido dormir casi
nada, por lo que el hecho de que Effie me despertase tan sumamente temprano, no
era precisamente agradable. Lo poco que había dormido lo había hecho sin
camiseta, por lo que la pereza de tener que sacar una del armario para
ponérmela venció y me fui a desayunar sin ella. Cuando entré al comedor mi
mentor escupió lo que quisiese que se estuviese tomando al verme con las pintas
que llevaba –Vaya, creía que esa reacción
es más propia de una chica- dije riéndome mientras que Haymitch parecía
querer matarme con la mirada –Cállate y
ni se te ocurra abrir la boca, me duele la cabeza- me soltó fríamente –Y tú y yo tenemos que hablar.- añadió
mientras que Effie nos miraba confusa, aunque para que engañarnos, yo estaba
igual o más confusa que ella. Cogí una taza con un extraño líquido marrón, que
por lo visto se llamaba chocolate. De un momento a otro la puerta se abrió y no
me hizo falta levantar la vista de mi “interesantísimo” chocolate como para
saber que era Madge. Todavía me preguntaba como había sido capaz de besarla la
noche anterior, a ver, no vamos a montar un drama, que fue un beso en la
mejilla, pero el abrazo que la rubia me proporcionó consiguió que una ola de
calor se extendiese por todo mi cuerpo. Estaba tan concentrado en mis
pensamientos que tardé un rato en darme cuenta de que Madge me estaba mirando -¿Qué estás mirando rubita?- no sé que
era tan interesante como para que me mirase de esa manera. “Vas sin camiseta
genio” replicó una vocecita en mi cabeza. Al ver que no me contestaba levanté
la mirada topándome con una imagen que bien podría hacer perder la cabeza a
cualquiera. Madge se estaba mordiendo el labio de una manera jodidamente
provocativa y sus ojos verdes brillaban de una emoción que no pude distinguir.
Cuando fijó su vista en el plato suspiré sin saber muy bien por qué. Lo que si
supe en aquellos momentos es que nuestra “queridísima” acompañante había salido
dejándonos solos.
El hecho de estar en la misma
habitación que Madge a solas provocaba en mi una sensación que no podía
explicarme, y que se estuviese mordiendo el labio de ESA manera solo conseguía
hacer que quisiese besarla en esos momentos. ¿Me había fijado antes en la hija
del alcalde? Si, lo había hecho, llevo vendiéndole las fresas como cinco años,
y vamos al mismo instituto, también fuimos al mismo colegio así que conocerla
la conocía, la primera vez que la ví iba con un vestido amarillo con flores y
dos coletas, ese día no pude evitar pensar que era “la niña más guapa de este
mundo”, claro que a medida que fui creciendo empecé a enamorarme de Catnip,
aunque he de admitir que nunca me olvidé de Madge ni de que había sido la
primera chica que, por decirlo de alguna manera, me había gustado. –Bueno… Pues… Esto… Creo que…- la chica
de las fresas empezó a balbucear y sus mejillas se sonrojaron –¿Por qué tienes que ser tan jodidamente
perfecta?- si, lo dije en alto, sin pensar y sin darme cuenta de que Madge
seguramente lo había escuchado. Mis sospechas fueron confirmadas en el momento
en que ella levantó la cabeza con los ojos abiertos de par en par al igual que
la boca. Esbocé una pequeña sonrisa y tratando de imitar la voz de la chica que
tenía enfrente dije –Cierra la boca
Madge, que te van a entrar moscas- la rubia empezó a reírse como si no
hubiera un mañana, y pronto me contagió su risa. Cuando terminamos de reírnos
quería seguir escuchando esa risa que segundos atrás me había contagiado –Oye… solo por curiosidad… ¿tienes
cosquillas?- intenté sonar curioso pero no la engañé y se levantó de la
silla en la que estaba sentada para intentar salir del vagón. Pero
lamentablemente para ella, la puerta estaba más cerca de mí que de Madge, así
que solo tuve que dar un par de zancadas para colocarme delante de la salida.
Bufó sonoramente y antes de que pudiese decir nada ya la había cogido como un
saco de patatas. –Gale…- dijo en un
tono tan relajado que daba miedo- ¡Bájame!-
de repente se puso a darme golpes en la espalda pero no sentía nada. La tumbé
en un sofá, no seáis malpensados, y comenzaron las cosquillas. Su risa no tardó
en invadir la sala al igual que sus gritos pidiéndome que parase. Y lo hice, al
cabo de un rato paré para que pudiese recuperar el ritmo normal de su
respiración, pero al intentar levantarme tropecé, quedando a escasos
centímetros de la rubia. Mi respiración se agitó, mi ritmo cardíaco aumentó en
cuestión de milésimas de segundo, las manos de la rubia se posicionaron en mi
pecho desnudo –Gale…- susurró
mientras se mordía el labio de esa jodida forma. Y no pude evitarlo, empecé a
inclinarme, milímetros separaban mis labios de los suyos, sus manos se
encontraban ya acariciando mi nuca, mientras que mis brazos estaban a sus
costados para evitar aplastarla. Pegué mi anatomía a la suya sin llegar a dejar
caer el peso y justo en ese momento escuché la puerta cerrarse, haciendo que me
levantase de un salto. Haymitch estaba ahí parado con la boca abierta, había
tardado unos segundos en separarme de Madge por lo que no sabía cuánto había
visto el viejo. –Eh… Podéis seguir con lo
vuestro, que yo ya me iba- estaba claramente incómodo y salió de la
habitación corriendo. Sonreí ante la acción de Haymitch y cerrando la puerta me
giré hacia Madge y, cómo no, se estaba mordiendo el labio -¿Puedes dejar de hacerlo?- pude ver la confusión en su rostro,
pero es que si seguía haciéndolo iba a terminar volviéndome loco -¿Hacer el qué?- y ahí estaba otra vez,
el puñetero labio de las narices –Eso-
directo, pero no claro, la rubia levantó una ceja sin soltar el labio del
agarre de sus dientes –Repito ¿el qué?-
me acerqué a ella que se había levantado ya y rodeando su cintura con un brazo
pasé mi pulgar por su labio inferior haciendo que su boca quedase entreabierta
y lejos del agarre de esos blancos dientes. “Contrólate Gale, no pierdas la
cabeza” me dijo una cosa llamada conciencia, “Déjame en paz” le contesté. Y no
me resistí más, fundí mis labios con los de Madge, y ella no tardó en contestar
al beso pasando sus brazos por mi cuello y acariciándome la nuca sin ser
consciente de la de sensaciones que eso me producía. Poco a poco la intensidad
del beso fue aumentando y yo fui perdiendo la cabeza lentamente. Mis manos
recorrían cada centímetro de su espalda, mientras que las suyas seguían
acariciándome la nuca de una manera jodidamente perfecta. Nos separamos por la
falta de aire y me di cuenta de que sus ojos no eran completamente verdes, si no
que tenían ligeros toque de azul rodeando la pupila y que el verde era un verde
que me recordaba a los árboles más jóvenes del bosque, esos que tenían las
hojas más viejas de un verde intenso y que por el contrario las hojas nuevas
tenían un color verde manzana. También me percaté de que tenía ligeras pecas
muy claritas a lo largo de la nariz, y que tenías que acercarte mucho porque de
otra manera no eran visibles. O que se sonrojaba por cosas tan simples como que
juntases tu frente con la suya. Que el tacto de sus mejillas era suave cual
lana y su cuello era terso y te invitaba a besarlo con dulzura. Me di cuenta de
muchos rasgos de Madge en esa pausa, pero sin duda me di cuenta de que me
volvía loco, de que la molestaba porque necesitaba estar con ella, acercarme a
ella. Y caí en la cuenta. Yo, Gale Hawthorne, me había terminado enamorando de
la chica de las fresas… Madge Undersee.
Cambio de escritora
Suspensos y vacaciones, motivos por los cuales no he publicado, debido a que no tengo tiempo para escribir capítulos le voy a ceder la historia a mi hermana, por lo que entre ahora y mañana por la mañana tiene pensado subir el primer capitulo. Muchísimas gracias por todo vuestro apoyo :))
sábado, 13 de abril de 2013
Capítulo 5
Perdón por el retraso, se qué es imperdonable, pero he estado liada, han operado a mi tío y he pasado demasiado tiempo (para mi gusto) en el hospital, ya está mejor y de momento está en casa así que no hace falta que vaya a hacerle compañía por lo que entre el viernes y el sábado que viene tendréis el próximo capitulo. Espero que os guste.
*Capítulo 5
*Capítulo 5
Entramos al vagón en el que
Haymitch y Effie estaban esperando, el primero estaba completamente empapado y
la segunda se reía. -¿Qué le ves de gracioso? ¿Eh?- decía nuestro mentor
enfadado, no pude evitar soltar una gran carcajada, sin duda era una escena
realmente divertida, mire a Gale y vi que se estaba conteniendo por no hacer lo
mismo que yo, no podía dejar de reírme y mi risa pronto acaparó la mirada de
Haymitch, intenté contenerme por educación, pero me fue imposible a pesar de
que el adulto me estaba taladrando con la mirada -¿Ves?- dijo Effie
inocentemente – Es gracioso, ella también se ríe- poco a poco fui dejando de reírme
ante la atenta mirada de todos los presentes. Una vez me hube calmado Haymitch
nos hizo sentarnos en los sillones –Empecemos,
no podéis quejaros de nada- me quedé perpleja ante esto, no tenía ni idea
de que quería decir el hombre, estaba un poco tocado de la cabeza, eso lo tenía
claro, pero no nos habíamos quejado y no estaba tan mal como para habérselo
imaginado. Pareció que Gale me hubiese leído el pensamiento -¿Y de que nos hemos quejado?- preguntó
enfadado, yo miré Haymitch atenta a su respuesta, el viejo se empezó a reír
como un loco y a negar con la cabeza –De
nada, yo no he dicho que os hayáis quejado de nada- fruncí el ceño
notoriamente, menuda persona nos había tocado como mentor –Y entonces, ¿a qué viene lo de no quejarnos?- mi tono demostraba
que estaba irritada, sin duda Haymitch conseguía irritarme en menos de los que
se tarda en decir “Capitolio”. El viejo me miró y suspiró pesadamente -¿Sabéis qué? Dejarlo, ya os lo explicaré
mañana- levanté una ceja, ¿qué inconveniente había en que nos lo contase
ahora?- Ir a prepararos para la cena.
Salí de la sala con un
portazo, ese tipo estaba loco, no tardé mucho en encontrar las habitaciones así
que me adentré en una de ellas sin mirar si quiera si era la que me
correspondía, sin embargo, para mi suerte, era la que me habían asignado. Me
tiré a la cama intentando ordenar todos los acontecimientos del día. “1. He
sido elegida en la cosecha para representar a mi distrito. 2. Mi mentor está
loco. 3. Nuestra acompañante capitolina tiene una voz que te pone de los
nervios. 4. Gale ya no me odia, o eso creo. 5. En menos de una semana estaré
luchando por sobrevivir con otras 24 personas.” Intenté no derrumbarme en ese
momento, pero me fue imposible, todas las emociones acumuladas durante el día
salieron a la luz. Un par de horas después Effie llamó a la puerta, fui
rápidamente al baño y vi que tenía los ojos rojos e hinchados, me lavé la cara
con agua fría y esperé un par de minutos hasta que las marcas que demostraban
que había llorado hubieron desaparecido. Cambié mi vestido blanco por unos
pantalones de chándal negros y una camiseta rosa fosforito, arrugué la nariz
ante el color fosforescente, ¿Por qué los capitolinos usaban colores tan
sumamente extraños?
No tardé mucho en llegar al
salón y vi que ya estaban todos sentados en la mesa, bueno, faltaba Haymitch,
pero no le di importancia, al fin y al cabo lo más probable era que estuviera
en algún lugar del tren completamente
borracho y sin coordinación suficiente como para dar dos pasos sin caerse al
suelo. Me senté en una silla al lado de Effie y enfrente de Gale. Tomé una
cucharada de la sopa que había en mi plato, pero no tenía ganas de comer nada,
aparté levemente mi plato y noté que la Pelirrosa y Gale me miraban
severamente. No levanté la mirada, de repente la sopa se me hacía muy
interesante, -Cómete la sopa- miré a
Effie, aún sabiendo que no había sido ella la que había pronunciado esas
palabras, la Pelirrosa me dedicó una sonrisa mientras asentía con la cabeza. A
pesar de no tener hambre me terminé la sopa y comí algo de carne. En el postre
decidí que no comería nada más, hasta que vi las fresas, los ojos se me
ensancharon y sentía como la boca se me hacía agua, cogí una y la degusté,
estaba realmente buena, me acabé el bol de fresas en menos de quince minutos y
cuando levanté la vista pude apreciar que Gale me miraba con una gran sonrisa
en la cara -¿Qué?- le pregunté
mientras le daba un mordisco a la última fresa- Sabes que me encantan las fresas- Katniss y él lo sabían mejor que
nadie, al fin y al cabo eran los que me las vendían. –Bueno, iros a la cama ya, mañana es un día muy muy muy importante-
Effie como siempre tenía ser tan cantarina.
Le dirigí una última mirada a
Gale y vi que me estaba sacando la lengua, levanté una ceja y le lancé un trozo
de pan que tenía a mano, -No has hecho
eso Madge- dijo mientras se levantaba con la jarra de agua en la mano. Abrí
desmesuradamente los ojos cuando caí en la cuenta de su propósito, me levanté
rápidamente y salí corriendo con Gale pisándome los talones. Llegué a la puerta
de mi habitación y la abrí metiéndome dentro inmediatamente pero no pude cerrar
la puerta debido a que Gale puso un pie entorpeciendo mi intento por cerrar la
puerta, entró y cerró la maldita puerta detrás de si, -¿Algo que decir antes de terminar mojada?- preguntó con una sonrisa
malévola en la cara, fruncí el ceño justo como lo haría una niña pequeña –Ni se te ocurra lanzarme el agua- me
alejé lentamente de él, pero eso no impidió que el moreno se acercara lo
suficiente como para lanzarme el agua hasta dejarme completamente empapada,
solté un gritito ante el agua fría. Me acerqué peligrosamente a él y le abracé
fuertemente consiguiendo que no fuera yo la única mojada, Gale empezó a reírse y
yo le miré confusa –Eres la persona más
infantil que conozco- levanté la ceja levemente -¿Por qué?- Ya sabía yo que era rarito pero no sabía que era tan
rarito –Mírate, estás empapada por mi culpa, y para vengarte me abrazas- noté
como mis mejillas empezaban a arder y supe enseguida que me estaba sonrojando,
no se me ocurría nada que decirle así que me separé y le saqué la lengua. Gale
negó con la cabeza y me dio un pequeño beso en la mejilla,-Buenas noches Madge-
dijo mientras salía por la puerta, dejándome completamente confusa.
viernes, 5 de abril de 2013
Premio *-*
Llevo un tiempo sin entrar, tengo que reconocerlo, así que imaginaos la sorpresa que me he llevado al encontrar que Paula(yuna 6785) me había nominado al premio, en serio, muchas gracias, esto significa mucho ^^ Bueno, ahora debo:
-Nombrar y agradecer al blog que te concedió el premio.
-Responder a las 11 preguntas que se formulan.
-Enumerar 11 cosas sobre ti.
-Conceder el premio a 11 blogs con menos de 200 seguidores.
-Formular 11 preguntas para que respondan los blogs a los que concedas el premio.
-Visitar los blogs que han sido premiados junto con el tuyo.
-Informar a los blogs que has nominado de su premio.
-Responder a las 11 preguntas que se formulan.
-Enumerar 11 cosas sobre ti.
-Conceder el premio a 11 blogs con menos de 200 seguidores.
-Formular 11 preguntas para que respondan los blogs a los que concedas el premio.
-Visitar los blogs que han sido premiados junto con el tuyo.
-Informar a los blogs que has nominado de su premio.
Preguntas
1. Que es lo que te motivó a crear tu blog?
1. Que es lo que te motivó a crear tu blog?
Llevo mucho tiempo buscando el punto de vista de Madge, saber que sentía ella, que habría sentido si hubiera ido a los juegos, por lo que me animé a escribir esta historia, sin duda es un reto porque no se sabe mucho sobre ella, pero me gusta ya que adoro escribir y saber que a la gente le gusta lo que hago me motiva a seguir escribiendo.
2. Normalmente de que géneros lees?
2. Normalmente de que géneros lees?
En general leo cualquier tipo de género, pero en especial la literatura romántica y fantástica me encanta.
3. De todos los libros que te hayas leído hay alguno que te fascine realmente. ¿Por qué?
3. De todos los libros que te hayas leído hay alguno que te fascine realmente. ¿Por qué?
Posiblemente sea La Casa de Riverton, es uno de esos libros que combinan el romance, con el misterio y demás a la perfección.
4. ¿Admiras a algún autor?. Si, si., cual y por qué, ¿que es lo que más de gusta de el?
4. ¿Admiras a algún autor?. Si, si., cual y por qué, ¿que es lo que más de gusta de el?
Admirar, lo que se dice admirar, no.
5. ¿Has dejado de leer algún libro por flojera o porque haya dejado de gustarte? Si, sí Cual.
5. ¿Has dejado de leer algún libro por flojera o porque haya dejado de gustarte? Si, sí Cual.
Si, el Clan del Oso Cavernario, no fui capaz de leerme ni los seis primeros capítulos...
6. A lo hora de leer ¿que es lo que más amas y más odias en un personaje ficticio? Me refiero principalmente a rasgos de carácter.
6. A lo hora de leer ¿que es lo que más amas y más odias en un personaje ficticio? Me refiero principalmente a rasgos de carácter.
Lo que más amo es que sea una personaje dulce y amable pero con espíritu luchador muy protector, y lo que más odio es que sea egocéntrico y un creído, vamos el típico chulo que va de rey/reina del mundo.
7. ¿Te gustan los libros que suelen nomear clásicos de la literatura (Romeo y Julieta, El quijote, Cumbres borrascosas, etc.)? Si si, nomea un clásico de los que te hayas leído que te haya gustado especialmente y dime por qué.
Es que los clásicos de la literatura... Digamos que no son mi lectura preferida.
8. Película favorita y por qué
7. ¿Te gustan los libros que suelen nomear clásicos de la literatura (Romeo y Julieta, El quijote, Cumbres borrascosas, etc.)? Si si, nomea un clásico de los que te hayas leído que te haya gustado especialmente y dime por qué.
Es que los clásicos de la literatura... Digamos que no son mi lectura preferida.
8. Película favorita y por qué
Lo Imposible, porque es una de esas peliculas que te emocionan de principio a fin.
9. Eres fan de algún grupo musical o cantante. Cual.
9. Eres fan de algún grupo musical o cantante. Cual.
Si, de Taylor Swift y de los Imagine Dragons.
10. Algo que te guste especialmente.
10. Algo que te guste especialmente.
Tocar la guitarra
11. Algo que odies.
11. Algo que odies.
Que la gente tome decisiones por mi.
COSAS SOBRE MI
1. Tengo un hermano pequeño al que quiero más que a nada
2. Mi color favorito es el azul neón
4.Hago karate desde los siete años
5. Llevo once años en natación
6.Me encanta escribir pero sobretodo dibujar
7.Tengo un colgante de un elefante indio que me regaló mi bisabuela antes de morir, no me lo quito para nada
8.Soy hemofilica
9.No le veo sentido ninguno al fútbol
10. Mi canción favorita es "Radioctive"
11.Me gusta contar las estrellas a pesar de saber que es imposible contarlas todas.
BLOGS QUE NOMINO
PREGUNTAS
1.¿Cuál es tu libro favorito? y ¿Por qué?
2.¿Prefieres la pelicula o los libros?¿Por qué?
3.Canción favorita
4. Si escribieses un libro, ¿de qué trataría?
5. Nombra cinco personajes de ficción que te gusten
6.¿Te consideras una persona graciosa?
7.¿Con qué personaje de libro te identificas más? (puede ser cualquier libro)
8.¿Sueles leer clásicos de la literatura o libros modernos?
9.¿Prefieres leer o escribir?
10.¿Sagas o libros únicos?(entiéndase por libros únicos, historias que se desarrollan en un solo libro)
11.¿Te gusta la música? Si es que si, ¿qué tipo de música te gusta más?
domingo, 3 de marzo de 2013
Capítulo 4
¡Por fin! He terminado el capítulo 4 y os lo dejo aquí, hay un hecho en este capítulo que será clave en los próximos capítulos. Besos
*Capítulo 4
Suspiré pesadamente, el moreno
no parecía por la labor de apartar la miradita de las narices. -¿Qué Hawthorne? ¿Tengo monos en la cara?-
Le pregunté mientras le sacaba la lengua. La cara que puso fue épica, se le
descolocó la mandíbula como como si fuera una víbora y abrió mucho los ojos.
“Normal” pensé, al fin y al cabo no estaba acostumbrado a que le diesen ese
tipo de conversación. –No te creas
importante Undersee- me contestó Gale con un tono que denotaba asombro.
Bufé fuertemente ante esto, yo no me creía nada, simplemente decía lo que
pensaba y en esos momentos el moreno no quería saber lo que estaba pensando. De
repente se abrió la puerta del compartimento y entró Effie seguida de Haymitch,
el hombre tenía el pelo sobre la frente y un aspecto deplorable, como si no se
hubiese duchado en días, sinceramente, creo que realmente no se había duchado
en días.
Effie carraspeó haciéndose
notar e interrumpiendo así la lucha de miradas que se había producido entre
Gale y yo. Aparté la mirada rápidamente, pero no pude evitar que el muchacho se
percatase de mi repentino sonrojo. Haymitch rió con sorna ante este hecho y yo
no pude hacer nada pero taladrarle con la mirada, Effie se movió en su sitio
claramente incómoda –¿Por qué no nos
sentamos?- ofreció la Pelirrosa mientras se dirigía a los mullidos sillones
de terciopelo, su forma de sentarse me pareció muy curiosa, cruzó los tobillos
mientras se sujetaba las manos sobre el regazo y echaba la cabeza hacia delante
y ponía una gran sonrisa en la cara. Miré a Haymitch y a Gale, el primero
parecía acostumbrado a esta manera de sentarse de Effie, pero por el contrario
Gale estaba tan asombrado o más que yo. Reí fuertemente ante la cara del chico,
había levantado una ceja y tenía la boca abierta de par en par –Cierra la boca Gale, que te van a entrar
moscas- nada más terminar de decir esto me tape la boca y abrí los ojos,
era la primera vez que le llamaba por su nombre, giró la cabeza lentamente y me
miró entrecerrando los ojos -¿Me has
llamado por mis nombre Undersee?- me preguntó lentamente, abrí y cerré la
boca varias veces sin saber que decir. Decidí no decir nada y me giré para
sentarme al lado de Effie –Y… ¿De qué
querías hablar Effie?- pregunté con un tono nervioso mientras que me
recordaba a mi misma no volver a llamarle por su nombre, nunca más. –En realidad el que quiere hablar con
vosotros es Haymitch- miré al que sería nuestro mentor con aire
interrogatorio mientras que él y Gale se sentaban, -Vamos al grano- comenzó Haymitch -¿Qué sabéis hacer?- No, sin duda era directo. Pensé en que podía
decirle, sin duda no podía decirle que sabía usar hachas, necesitaba esa
habilidad para mí. –Cazar, se cazar-
dijo Gale con un tono frío. Vi como Haymitch sonreía ante este hecho, me lo
había dicho a mí misma, no le diría lo de las hachas, pero en ese momento no
supe controlarme y lo solté –Se me da
bien lanzar hachas- por la cara que pusieron los demás supe que tal vez no
debía de haberlo dicho, me miraban con los ojos abiertos, nadie parecía querer
decir nada -¿Tú sabes lanzar hachas? ¿En
serio?- fue Haymitch el que habló mientras reía, bajé la mirada al sentir
sus ojos sobre mi –Creo, que me voy a ir
a tomar el aire- me levanté y salí de allí rápidamente.
POV Gale
Tengo que reconocer que el
hecho de que la rubia supiese lanzar hachas me había resultado bastante
sorprendente, tenía ganas de preguntarle donde había aprendido a manejar
hachas, al fin y al cabo no todos los días la hija del alcalde te decía que su
arma eran las hachas. Vi como los ojos de Madge se apagaban y tomaban un brillo
propio de quien va a llorar ante el comentario de nuestro mentor, sentí como el
pecho se me encogía ante esta imagen, por alguna razón que no sabía explicar la
oji verde me importaba más de lo que yo creía. La vi salir por la puerta
corriendo y enseguida me levanté para seguirla, -¿Adónde vas muchacho?- preguntó con tono dejado Haymitch. –A arreglar lo que tú has hecho- contesté
con un tono frío mientras salía por la puerta. Vi un cabello rubio en uno de
los pasillos -¡Madge!- grité mientras
llegaba. La chica rubia se giró y claramente no era Madge –Creo que no soy la persona a la que buscas ¿verdad?- me dijo la
chica coquetamente –No, no eres a la que
estoy buscando, ¿ha pasado por aquí una chica corriendo, más o menos de tu
estatura, con el pelo rubio?- estaba nervioso, si algo sabía de la hija del
alcalde era lo torpe que era, seguramente se habría perdido y no sabría lo que
hacer –Si, ha pasado por aquí hace un par
de minutos, justo antes que tú, ¿por qué? ¿Es tu novia?- era curiosa la
joven, un momento… ¿Madge mi novia? Sí, claro y qué más –No, no, es mi… realmente no es nada mío- dije confundido por
completo –Pues, para no ser nada tuyo la
buscas con mucho empeño- la conversación me empezaba a hartar. –Si, bueno, es complicado- en realidad no
era complicado pero estaba perdiendo mucho tiempo en la puñetera conversación,
me di la vuelta para irme –Hey Romeo, tú Julieta
se ha ido por el otro lado- volví a cambiar de sentido mientras murmuraba
un leve gracias,-Por cierto, me llamo
Glimmer- me dijo la chica rubia –Gale
–le grité desde el otro lado del pasillo.
Fin del POV
Me perdí en el tren, no sabía
a dónde ir, y mucho menos donde estaba. Recordé la escena anterior y me senté
en el suelo, la cara de incredulidad de todos fue suficiente para que me
derrumbase y empezase a llorar, ¿Por qué no podían creerme? No era imposible.
Sentí como alguien se sentaba a mi lado –No
le hagas caso- levanté la mirada y vi a Gale -¿Qué?- Pregunté sin saber a qué se refería, Gale suspiró –A Haymitch, ignora lo que ha dicho-
repitió mientras esbozaba una leve sonrisa, -Tu tampoco te lo crees, ¿verdad?- le dije aun con lágrimas en los
ojos –Quiero creerte, pero no puedo, es
decir, no te veo a ti lanzando hachas y cortando cabezas- dijo mientras
arrugaba la nariz, sonreí mientras que una lágrima rodaba por mi mejilla –Lo entiendo, pero te lo demostraré Gale, ya
verás en los entrenamientos- dije en un susurro, sentí como su mano me
limpiaba las lágrimas de la mejilla, -Lo
has vuelto a hacer- dijo mientras cerraba los ojos -¿Hacer qué?- estaba completamente confusa, no sabía de que estaba
hablando –Mi nombre, me has llamado por
mi nombre- abrí levemente la boca mientras que pensaba que decirle, -Bueno, es tu nombre, y creo que aparte de mí,
no va a haber mucha gente que se vaya a acercar a ti, - esto me resultaba
raro- lo que quiero decir, es que puede
que no sea la mejor aliada que puedas encontrar, pero inspiras miedo y los
demás tributos no van a acercarse, y si vamos a ser aliados te voy a llamar por
tu nombre- Gale levantó una ceja y yo me sentí mal –La he cagado ¿verdad?- le pregunté a pesar de que sabía la
respuesta de antemano. Sonrió mientras negaba con la cabeza –No te preocupes Madge, supongo que llevas
razón, y si tú me vas a llamar por mi nombre yo te llamaré a ti por el tuyo, a
pesar de que me va a costar acostumbrarme- en esos momentos me sentí la
persona más feliz del mundo, haber, imagínate, el chico del que estás enamorada
lleva llamándote por tu apellido desde que le conoces, de repente te empieza a
llamar por tu nombre. Le dediqué una gran sonrisa, estaba feliz, -Bueno, pues al menos ya tenemos un aliado
cada uno- le dije sonriendo a pesar de que todavía tenía los ojos rojos del
llanto. Y al fin después de seis años Gale me dedicó una de sus preciosas
sonrisas.
domingo, 10 de febrero de 2013
Gente, hay problemas...
Hola People (: Bueno pues tengo dos exámenes esta semana por lo que me toca ponerme a estudiar desde ya, juro solemnemente que el viernes o el sábado tendréis aqui un capítulo nuevo y supermegaextralargo (:
Bueno os dejo con este vídeo y una actualización de los personajes. Besiitos
Bueno os dejo con este vídeo y una actualización de los personajes. Besiitos
Video por Chelsea Toll
sábado, 26 de enero de 2013
Capítulo 3
Hola, bueno ya estoy aquí de nuevo para daros la lata con otro capítulo de La Vida de Madge, bueno hace unos días acabó la encuesta "¿Quieres que envíe a Madge y a Gale a los Juegos?" Y los resultados han sido:
-3 votos : Si
-1 votos : No
Por lo que si, enviaré a Madge y a Gale a los Juegos. Gracias por votar.
Respecto a este capítulo, lo he hecho más largo porque no podré volver a publicar hasta el 10 de febrero, sorry.
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Por lo que si, enviaré a Madge y a Gale a los Juegos. Gracias por votar.
Respecto a este capítulo, lo he hecho más largo porque no podré volver a publicar hasta el 10 de febrero, sorry.
*Capítulo 3
-¡Madge Undersee!- gritó Effie con un tono de voz que inspiraba
reconocimiento. Por supuesto que me conocía, siempre venía el día de antes de
la cosecha y se quedaba en mi casa, la verdad es que era agradable cuando
quería, pero como bien he dicho, cuando quería. Rápidamente las chicas que había
a mí alrededor me abrieron paso y pasito a pasito subí al escenario, pude ver
la cara contrariada de mi padre, no sé cómo se lo explicaría a mamá, pero
estaba claro que iba a ser duro.
-¡Es el turno de los chicos!- Me ponía muy nerviosa cuando decía las
cosas con esa voz, tan tremendamente odiosa. Repitió el proceso acercándose a la
urna, en esos instantes podría haberse oído el sonido de un pequeño alfiler
caer, bueno tal vez no, pero eso fue debido al incesante taconeo de Effie.
Igual que antes se acercó al micrófono y con voz alta y clara pronunció el
nombre -¡Vick Hawthorne!- esos pocos
segundos bastaron para que mi corazón se contrariara, no podía, simplemente no
podía enfrentarme a él, ¡era un crío!, los pasos que el pequeño Vick daba eran
inseguros pero firmes, como si no le asustase, pero yo sabía que por dentro se
estaba muriendo de miedo, incluso yo estaba asustada, tenía trece años, dos
menos que yo, y por si fuera poco, sería capaz de jurar que era más alto él que
yo.
Busqué a Gale entre la zona de
los chicos de diecisiete años, cuando lo encontré pude percibir que estaba
igual de petrificado que yo, bueno, a decir verdad lo mío con lo se él
posiblemente no tenía ni punto de comparación, vi como le daba una especie de
espasmo y acto seguido salía corriendo a apartar a los agentes de la paz de su
hermano mientras gritaba -¡Me presento
voluntario!- dirigí mi mirada y divertida, observé cómo se le abría la
boca, y empezaba a tartamudear algo inaudible, pero por desgracia, poco después
miró a mi padre –Vaya, el primer
voluntario del distrito 12- soltó una risita ¿nerviosa?-Pero hay un protocolo que debemos seguir,
primero se saca el nom…- fue interrumpida bruscamente por mi padre- ¿Qué más da?, déjale que suba y punto.-
Me sentí horrible, un nudo se me formó en la garganta y me entraron ganas de
llorar, posiblemente no volvería a verle en la vida.
-¡Bien! Ahora que ya tenemos a los tributos, daos la mano, venga no
seáis tímidos- nos dijo Effie como si fuésemos niños pequeños, a pesar de que
posiblemente fuésemos bastante más inteligentes que aquella mujer de pelo rosa.
Gale tendió su mano y yo la agarré, evité su mirada, esto no me podía estar
pasando, no podía ir con él a Los Juegos, era algo que simplemente no podía
soportar.
Nos dirigimos al Edificio de
Justicia, ese edificio destartalado en el que cada año dos personas se
despedían de sus seres queridos para luego normalmente no volver, el Distrito
12 solo ha tenido un ganador, Haymitch Abernathy, el primer y único ganador del
Distrito 12. Todos los años sentía pena por los dos jóvenes que eran enviados a
un sitio tan horrible como lo es la Arena, pero ese año no, simplemente no
podía sentir lástima de mi misma, y tampoco de Gale, porque no podía empezar
así, tenía que hacerme a la puñetera idea de que iba a ser tributo, un maldito
tributo, para que el jodido Capitolio se divirtiese.
Se abrió la puerta de la
habitación en la que estaba, no era muy grande, pero tenía un pequeño sofá de
una especie de terciopelo blanco, ennegrecido por el polvillo del carbón y los
años, había una mesita de madera, bueno, creo que era madera, pero como casi
todo lo demás en la sala estaba medio rota. Fue mi padre el que pasó por esa
puerta, aunque para mi sorpresa iba con mi madre, los dos tenían aspecto de
haber estado llorando, no podía soportarlo, no podía ver a mis padres así, era
una imagen devastadora, y por primera vez en ese extraño día, lloré, lloré como
me había prometido a mi misma que no lloraría, pero a veces las promesas se
rompen. Así pasaron los minutos que mis padres estuvieron conmigo, abrazados
entre nosotros y llorando.
Cuando el agente de la paz
entró a llevarse a mis padres pensé que no entraría nadie más, pero poco
después la puerta volvió a abrirse, dejando pasar a Katniss Everdeen, aquella
chica que esa misma mañana había estado en la puerta de mi casa vendiéndome
fresas. –Hola Madge- por su expresión
supuse que ya había visitado a Gale, vi que me miraba con cara de pena, otra
más que me miraba así, tenía bien asumido que no iba a volver, pero no hacía
falta que me lo recordase con esa expresión,-Hola Katniss- tenía la voz rota y casi inaudible, era apenas un
susurro, -Suerte- eso fue lo último
que me dijo antes de marcharse por la puerta, mientras Katniss salía Peeta
entraba, me levanté de un salto y le abracé, era el hijo del panadero, nuestro
padres era amigos, y nosotros nos conocíamos desde que éramos enanos, esas
tardes en mi jardín jugando a averiguar la forma de las nubes habían formado
una gran amistad.- Peeta, tengo miedo-
le confesé mientras le llenaba la camisa de lágrimas, él sería la única persona
a parte de mis padres que tal vez lloraría mi muerte, siempre me había
protegido.
Una vez un animal parecido a
un perro pero con los colmillos un poco más grandes se coló en el Distrito 12,
Peeta y yo estábamos en la pradera cuando apareció, él cogió un palo que había
por ahí cerca y no preguntes cómo pero consiguió calmar a ese bicho rabioso
mientras lo guiaba hacia la alambrada, siempre he pensado que tiene un don para
los animales.
-Madge, escúchame- esta vez era él el que tenía la voz rota- prométeme que volverás, que lo intentarás-
vi que en sus palabras se reflejaba el dolor, era como el hermano que nunca
tuve, y nunca tendré –Pero Peeta, yo…-
mis palabras fueron interrumpidas por esa voz que tan bien conocía- Por favor- no pude negarme, no pude
decirle que lo que me estaba pidiendo era Misión Imposible.- Lo intentaré, te prometo que lo intentaré,
pero no puedo prometerte que volveré- después de estas palabras un agente
de la paz se llevó a mi mejor amigo casi a rastras, me limpié los ojos, aunque
estaba claro que estarían rojos por el llanto.
Nos escoltaron hasta un coche
que nos condujo hasta el tren, era enorme por fuera, pero no era nada comparado
con lo que era por dentro, Effie parecía muy contenta por estar aquí, normal,
ella estaba acostumbrada a todo este lujo, y supongo que pensaba que a nosotros
simplemente nos encantaba, pues bien, personalmente me daba asco, era demasiado…
cargado, había muchos muebles y sillones, sin duda se me abrió la boca al verlo
todo, una de esas mesas podría alimentar a dos familias durante mucho tiempo, -Si os gusta esto, esperad a llegar al
Capitolio- nos dijo Effie mientras salía por la puerta. –Si, claro, me gusta tanto- dije sarcásticamente
exagerando el tanto, noté unos ojos sobre mi y al girarme noté como Gale me
miraba con una sonrisa burlona en la cara.
miércoles, 16 de enero de 2013
Capítulo 2
Bueno, antes que nada, quiero agradeceros por los comentarios que habéis dejado en el anterior capítulo, no tenía pensado subir este capítulo hasta mañana, pero digamos que es un regalo atrasado por los reyes. Espero que lo disfrutéis. Besos
*Capítulo 2.
Quedaba poco para que la cosecha comenzase, por lo que subí a mi
habitación mientras degustaba una de las fresas. El líquido dulce y sabroso de
la fresa bajó por mi garganta hasta llegar al estomago asentándolo un poco. No
quería comer nada más porque sabía que si no vomitaría y no me apetecía tener
que cambiarme cuando apenas quedaban veinte minutos para la cosecha. Me puse
unas bailarinas que se ataban a la rodilla, a mi me encantaban aunque estaban
un tanto desgastadas, pero a pesar de ser la hija del alcalde no podía
permitirme unas zapatillas nuevas, por lo que me conformaba con estas.
Subí a la planta en la que mi madre estaba descansando y le di un
pequeño beso en la frente, -Madge, por si
hoy no vuelves a casa, quiero que sepas, que confío plenamente en ti, tienes
unas posibilidades que otros niños del distrito no tienen, aprovéchalas-
miré a mamá y con un débil susurro le dije que todo estaría bien, que volvería
a casa para la cena. Os preguntaréis a que se refería mi madre con lo de que
tengo más posibilidades. Pues bien, cuando era más pequeña solía cortar los
muebles viejos de madera con un hacha, poco a poco y por diversión empecé a
cortar los muebles lanzando las hachas hacia estos de manera que bien podría
resultar letal. Ya sé que esta es una habilidad más lógica del distrito 7, pero
bien se ha demostrado que no hay nada imposible.
Acompañe a mi padre hasta la puerta trasera del Edificio de Justicia
por donde él tendría que entrar,-Nos
vemos en un rato papá- le dije mientras le abrazaba, tenía un mal
presentimiento, como si supiera que en el Distrito 12 iba a pasar alguna
desgracia, una que iba a influir notablemente en mi vida. Me dirigí a la cola
que había para el registro, una vez en la pequeña mesita blanca tendí mi mano,
ahora que la observaba me daba cuenta de que estaba pálida, sentí un pequeño
pinchazo, parecido al que una vez había sentido por la picadura de una avispa,
pero una de esas mutantes, si no una normal y corriente, de las que había hace
mucho tiempo.
Una vez en la sección de las
chicas de dieciséis años busqué con la mirada a Gale en la zona de los chicos,
pude notar cómo se giraba hacia Katniss, me habría gustado ser ella en aquel
momento, que la sonrisa que el chico de las fresas le dedicaba a Katniss fuera
para mí. Estaba tan distraída con la sonrisa de Gale, que no me di cuenta de
que Effie Trinket, nos había puesto un extraño video sobre la guerra de Panem y
más tonterías capitolinas. –Me encanta
esta última parte- dijo Effie con ese tono de voz cantarina que tanto la
caracterizaba.
-¡Las damas primero!- como siempre, se acercó a la
urna de las chicas y revolviendo un poco más los papelitos que había en la
urna, al fin se decantó por uno y lo sacó de golpe, se acercó al micrófono y
abrió la papeleta, como todos los años deseé, con todas mis fuerzas que mi
nombre no estuviera escrito en ese papelito.
domingo, 13 de enero de 2013
Capítulo 1
Me llamo Madge Undersee, y vivo en la parte rica del distrito
12, mi padre es el alcalde del distrito, y esta, es mi historia
*Capítulo 1.
Me desperté sobresaltada por unos gritos provenientes de la
planta superior y comprobé el pequeño despertador de la mesilla. Las 8:00 am.
Subí deprisa las escaleras y entré en la habitación de mamá, todos los años le
pasaba lo mismo. Yo era consciente de que mi tía había participado en los
Juegos y había sido asesinada, cosa que incrementaba el odio que sentía por el
Capitolio. Mamá llevaba casi 25 años con las jaquecas, según me había contado
mi padre. Todos los años gritaba el día de la cosecha y lloraba, lloraba por la
muerte de la tía, y no había quien la levantase de la cama, mamá nunca acudía a
la plaza a ver las cosechas, y nadie le decía nada. Sin embargo es obligatorio
acudir, en especial si estás en edad tributable, lo que viene a ser de 12 a 18
años. Los Juegos del Hambre, una atrocidad creada por el Capitolio para
demostrar que son más fuertes que los distritos, para recordar la guerra, para
conmemorar los Días Oscuros.
Bajé a tocar el piano, era un instrumento delicado, negro,
destacaba en la sala en la que se encontraba, aquella habitación era completamente
blanca, pues me encargaba de limpiarla todos los días, en cambio el piano era
negro como el carbón de nuestras minas, pero no era de ese color porque
estuviese sucio, si no porque tiempo atrás había decidido pintarlo, ¿Por qué lo
pinté? Porque el blanco simboliza la pureza, la protección, en cambio el piano
llegó el mismo día del accidente que acabo con casi 200 mineros, fue un día
catastrófico en el distrito 12, había mujeres llorando las pérdidas, y niños
que eran demasiado pequeños como para comprender lo que pasaba.
Escuché unos débiles golpes en la puerta trasera, que
comunicaba con la cocina. “¿Quién será? Es el día de la cosecha” pensé, pero
rápidamente llegué a la conclusión de que solo había dos personas que llamasen
a esa puerta. Katniss y… Gale. Los dos perdieron a sus respectivos padres el
día del accidente en las minas, con la primera mantenía una relación extraña,
no podíamos considerarnos amigas, pero nos hacíamos compañía durante las
comidas y los recreos del colegio, sin embargo, con el segundo, era todo un lío,
no podía negar que me sentía atraída hacia el chico de grises orbes que residía
en la Veta, pero él me odiaba, siempre lo ha hecho, y no tengo ni la más remota
idea de porqué.
Cogí unas monedas de la encimera y me acerqué a la puerta
para proceder a abrirla, -Hola-les dije tímidamente, Gale me tendió la bolsa
con las fresas y yo le di las monedas. Vi como sus ojos se posaban en el broche
que iba prendido en mi vestido, si se vendía bien podría alimentar a una
familia durante varios meses, pero no lo vendería, tenía demasiado valor
sentimental para mi.
Holaa (:
Hola a todos, algunos ya me conoceréis del blog "Tributos Profesionales", mi antiguo blog lo he dejado, por una razón muy simple, no me siento inspirada para continuar con esa historia, sin embargo el otro día se me ocurrió una pregunta, ¿como vivió Madge? Pues bien, sobre eso va mi nueva historia que espero que os guste.
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